Después de estar madrugando todos los días, el último día en
Munich no iba a ser menos. A las 8 estábamos todos en pie, para ducharnos
acabar de hacer las maletas y bajar a desayunar. Como todos los días en Munich,
hemos aprovechado el desayuno para hacernos bocadillos para comer, ya que
siempre estamos a la hora de comer en sitios un poco complicados para encontrar
un restaurante, o directamente íbamos con el agua al cuello y para era la mejor
solución. Por lo hicimos lo mismo, porque el viaje a Viena duraba 4 horas y
llegamos a las 2 y media.
A las 9 y media dejamos las llaves del coche en el hotel y
nos fuimos a la estación en taxi que nos costó 15 €
A las 10 y 20 salimos de Munich y llegamos a las 2 y media a
Viena, un viaje en el que aprovechamos para ver las fotos que nos habíamos
hecho hasta el momento y dormir un poco.
Aarón Serrano Expósito
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