Hoy toca Auschwitz! Hemos preguntado en el hotel y los
autobuses salen de la estación central, al lado de la galería Krakoswca, es decir, pegado a la estación de trenes a la que llegamos. Unos 6 minutos andando y estamos en la estación. El billete nos costo 14 eslotis,
es decir,unos 3€ ida y vuelta.
Salimos a las 10 y la visita
en español empezaba a las 12, tardamos alrededor de una hora y cuarto, nosotros tardamos una hora y media pero aun así llegamos a tiempo. El autobús era un poco incomodo, era el típico autobús urbano al que le habían asignado estos viajes.
Nada más llegar a Auschwitz
nos dirigimos a las taquillas para que nos asignen nuestro grupo en español y
nos den los auriculares para poder seguir la visita. La visita es gratuita, pero como todo tiene truco, el guía nos cuesta 40 eslotis, unos 10€.
Lo primero que vemos, la
puerta de entrada al campo.
“Arbeit macht frei”: El trabajo os hará libres.
“Arbeit macht frei”. Esta es la frase que daba la
bienvenida sobre todo a judíos pero también a intelectuales polacos,
prisioneros de guerra, republicanos, españoles… que por desgracia habían caído
en manos de los nazis. Ellos creían, sobre todo al inicio de los campos de
concentración, que esta frase era cierta y que el trabajo les haría libres. Así
es como empezó nuestro guía una visita de 2 horas al campo de concentración de
Auschwitz.
Una de las primeras cosas que nos contó el guía fue el
transporte hasta el campo de concentración. A Auschwitz iban trenes desde
muchos lugares de Europa y para los nazis era la primera prueba a pasar. El
trayecto, que podía ser de hasta 11 días, se hacía en condiciones infrahumanas.
No tenían que comer y sólo tenían un recipiente con agua para todo el vagón.
Esto acababa con la vida de mucha gente, sobre todo ancianos y niños.
Mapa sobre el transporte de prisioneros al campo
Nada mas entrar en el campo, encontramos la zona donde se
situaba la orquesta que tocaba el himno alemán y canciones alemanas cuando
pasaban los prisioneros para ir a trabajar fuera del campo de concentración.
Todo estaba pensado para desgastarlos física y mentalmente.
Bloques de Auschwitz
En Auschwitz los bloques eran de ladrillo porque pertenecían al ejercito Polaco antes de ser conquistados por los nacis y utilizarlo como campo de concentración.
Selección de presos
En el primer bloque que entramos había muchas fotografías
con las que podías ver cómo era el día a día en aquel infierno. Como
seleccionaban quién era útil para trabajar, quien sería utilizado para
experimentación por el Dr. Mengele y compañía, quien era débil y tenía que ir a
la cámara de gas… muy duro todo pero como decía en un cartel del campo, se debe
conocer la historia para evitar que vuelva a ocurrir.
Los prisioneros, sobre todo judíos que llegaban al campo de
concentración, llegaban con sus pertenencias y las SS se las hacían marcar con
su nombre y dirección porque les decían que se las devolverían al instalarse en
el campo. Pero todo era una mentira ya que nunca se las devolvieron. Se las
quedaban, las clasificaban y si alguna le interesaba a algún militar se las
quedaban o las compraban a un precio simbólico para que no pudieran decir que
las robaban. Como cada vez el número de pertenencias era mayor, en Birkenau o
Auschwitz II, construyeron unos almacenes donde guardaban todas las
pertenencias que creían de valor o útiles. Estos almacenes se llamaban Canadá y
Canadá II en referencia a la primera potencia mundial en aquellos momentos.
Gafas
Maletas con el nombre de sus dueños, presos
Prótesis de los presos
Cada vez que entrabamos en un bloque veíamos más y más pertenencias y cosas de valor de los presos que estuvieron en ese campo.
Los primeros años de funcionamiento del campo de
concentración registraban las entradas de los prisioneros haciéndoles
fotografías. Lleno de estas fotografías es como nos encontramos algunos de los
pasillos de los bloques que visitamos, con la fecha de entrada y la de la
muerte. Llegamos a ver fotografías de prisioneros que sólo habían sobrevivido 4
días… Con el paso del tiempo, y como cada vez llegaba más gente cambiaron el
sistema de registro a un tatuaje con un número que los identificaba,
normalmente en el brazo.
Registro de presos durante los cuatro primeros años
Bloque 11, el más temido por los presos
El último bloque de nuestra visita a Auschwitz fue el
bloque 11. El peor bloque del campo de concentración. En este bloque se hacían
juicios o mejor dicho un teatro ya que el final siempre era el mismo, la
ejecución. También había numerosas celdas de castigo como las de 90cmx90cm
donde metían cuatro presos. Los pobres
debían estar de pie sin poder moverse durante el tiempo que los de las SS
estimasen oportuno. Estas celdas tenían muy poca entrada de aire (el agujero tenía
el tamaño de un puño), lo que hacía que muchos murieran ahogados. Además, es
donde probaron por primera vez la cámara de gas. En los primeros intentos el
gas no “funcionaba correctamente” y sufrían durante muchas horas antes de
morir. Una vez terminaron las pruebas construyeron una más grande y un
crematorio donde deshacerse de los cuerpos.
Junto al bloque 11 encontramos la pared de fusilamiento
donde ejecutaban a los prisioneros que habían tenido un juicio en el bloque 11
con resultado desfavorable, es decir a todos.
Pared de fusilamiento
Saliendo del campo encontramos una cámara de gas donde
murieron miles de personas a manos de las SS y el crematorio. Los alemanes lanzaban el gas por unas aberturas que tenían en la parte superior dela cámara y después la sellaban con tableros de madera.
Cámara de gas
Horno crematorio
Los presos pasaban a la cámara de gas y al cabo de unas horas, abrían y los iban pasando al horno en carretillas. Las cenizas las utilizaban para abonar los campos.
También encontramos una horca donde Höß 1947, un
funcionario del campo, fue ejecutado después de explicar el funcionamiento del
campo a los Juicios de Nuremberg.
A las 14h termino nuestra visita y nos dirigimos a la cafetería a comer
algo. Menuda mañanita, intensa y agotadora, todo el rato caminando de aquí para allá.
Nacho Serrano Piqueras
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