Después de
comer, fuimos a pasear por el Ring, en sus distintos tramos, para ver los
imponentes edificios que se asoman a esta avenida: los museos de Historia
Natural, el monumento a Maria Teresa, el Parlamento, El neue Rathaus, el
Hofburgteather, la Votivkirche.
Después de
una parada en el café Einstein, cogimos el metro y nos dirigimos a la zona
de la ONU. Allí descubrimos otra Viena, que para nada entraba en nuestros
planes: una zona de ocio y esparcimiento. Vieneses tomando el sol, incluso
bañándose en el Danubio. Es una de las partes más modernas y espectaculares de
Viena.Se levanta como el emblema de la ciudad moderna y comprometida con el
mundo, que alberga los cuarteles generales de la Organización de las Naciones Unidas en Austria.
Para la
última hora de la tarde, volvimos al centro, y vimos varias iglesias, como la
de los Jesuitas, San Ruperto, el ankeruhr, la Jesuitenkirche
Am hof o el monumento conmemorativo del holocausto. De ahí nos fuimos en
metro al 7 Stern Brau para cenar.
El sitio para cenar estaba genial,
sobretodo por su cerveza, que elaboraban ellos mismos en el propio restaurante.
Lo recomendamos para todo aquel que viaje a Viena y sea un amante de la
cerveza, esta parada es obligada. Una vez acabamos de cenar, nos fuimos
directos a dormir, había sido un día agotador.
Aaron Serrano Expósito
Nacho Serrano Piqueras
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